Flash fiction – Micro-relatos 2
Hoy iniciaré un ciclo de cuentos escritos para mi clase de escritura creativa. Cada uno tiene su fin para la clase. Este, el segundo, es un juego de palabras. La clase y el profe me exigen un nuevo nivel en mi escritura, aparte de que sea en español. También tengo que escribir fuera de mi zona de comodidad. Espero que les gusten.
Juego de palabras
—¡Aiiiii! ¡Socorro! ¡Me ha mordido un Carabanchel!
—¿Pero qué dices? ¿No será una cascabel lo que le ha mordido?
—¡No tengo tiempo para discusiones léxicas, hombre! ¿No tiene Ud. el anécdota?
—¡Por favor! ¿No quiere decir el antídoto?
—¡Estoy en apuros, señor, por favor!
—Bueno, mire, tengo esto: un experto en filtraciones electrónicas, un fantoche de reality y el presidente ruso entran en un bar…
—No creo que me vaya a gustar este chicle…
—Pero que no es un chicle, ¡sino un chiste!
—Ni modo, ni modo… cuéntame, ¿qué es lo que pasa en ese mar?
—En el mar, no, en un bar… ¡en un bar!
—Uy, no, en almíbar no, nunca me han gustado esas frutas, me duelen los dientes solo de pensar en ellas.
—Señora, está Ud. hablando locuras. Creo que el veneno le está afectando. ¡Tenemos que ir a la clínica ya! ¿Puede Ud. andar?
—Claro. ¡Compañía! ¡Firmes! ¡Pláncheme esta camisa! ¡Ábrame esa puerta! Ehhh… ¡Rompa filas! Lo hago rebien, ¿verdad?
—Lo que dice Ud. no tiene sentido. El sol está muy fuerte, ¿será que Ud. se ha deshidratado?
—¿Qué me he disparatado? De eso nada.
—Ay, por Dios. ¿Está Ud. aquí solo? ¿No hay un familiar aquí cerquita que la pueda atender?
—No sé, ¿dónde estamos?
—En Carabanchel.
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